Un Concejo Deliberante colmado de vecinos y funcionarios que poco a poco cedieron a las explicaciones y terminaron aceptando.
El reclamo por la suba de las tasas llegó al Legislativo villanovense con mucha fuerza, y sumó reclamos adicionales como la prestación de servicios y las alícuotas incluidas dentro de la boleta.
El Concejo Deliberante de Villa Nueva parece haber recuperado el espíritu de décadas atrás, cuando los vecinos de la ciudad usaban el recinto para hacerse oír en sus reclamos.
Sin banderas políticas. Sin un puntero o referente que los aglutine. Una particularidad que desconcertó a la política villanovense.
Gente común, que se unió por intereses en común. El oficialismo se quedó rápidamente sin respuestas, la oposición, tomaba mates, mientras la gente de los barrios daba cuenta de sus problemas.
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En casi un año y medio de gestión, el actual gobierno de Ignacio Tagni no pudo, o no supo, resolver el tema de los servicios públicos a los vecinos que ya le perdieron la paciencia. En casi un año y medio de gestión, no se recuerda ningún accionar de parte de la oposición política.
En este contexto de desamparo, los vecinos se unieron. Históricamente el vecinalismo villanovense fue combativo y ahora recuperó la memoria.
Servicios públicos que no se prestan, pero que se cobran cada vez más caro. Este 2025 los vecinos tuvieron aumentos de las del 300 por ciento en las tasas, pero no se refleja en lo que reciben.
Obras que no se hacen. Funcionarios que no escuchan.
Un Power Point casero, de una contadora, mostró las inconsistencias de las Tasas municipales y los testimonios de la gente hicieron lo suyo.
¿Qué pasará ahora? Probablemente poco, pero este miércoles en el Concejo Deliberante de Villa Nueva, fuimos testigos de la aparición de un movimiento vecinalista que optó por no esperar los tiempos -y formas- de la política y empezar a hacerse oír.